domingo, 18 de marzo de 2007

Martini y dos aceitunas



Amistades bellas

Una llamada amistosa que invita a recorrer un viaje conocido, sin mas que unos cuantos billetes y un cargamento solo para abrigar por si acaso hace frío, al final solo bulto pero la fuerza de la costumbre suele hacernos sentir necesidad de cosas presindibles. Conversar, reir, disfrutar del saber que por unas horas se descansará, quizas no fisicamente, pero si del ahogo santiaguino de la carga de tener que ser estructura dentro de todas las estructuras que son Sanitiago. EL llegar y sentir a la bajada una bienvenida sonora lo cual dice el cambio de la rutina. Que las cuatro paredes de una habitación se rompen y no necesitar unos audifonos conectados a un aparato electronico para poder escuchar sonoridades gratas, disfrutar de la frescura de sentarse en el pasto y comenzar a disfrutar la compañía del ambienta, luego sumar saludos, bellezas, danzas infantiles alumbrando la música, dandole el brillo de la creación instantanea y sentida. Mas tarde decantar en compartir y disfrutar alimentos algo mas de risas, algo mas de saludos, y tan solo descansar.

Hay días que se dan para asombrarse de lo tan cotideano pero maravilloso, que es simplemente congregarse para solo compartir unos instantes, quizas lograr solo hacer reir a otro sin entregar nada mas que el estar.

Esto esde hace tiempo y no se porque esta aqui, no se si lo escribi yo, posiblemente si , en algun momento de lucidez de esos bien despiertos donde la belleza de escribir sabe retratar la vida. Y si no lo escribi yo me parece un bello texto, mi admiración a quien le pertenezca.

Y si lo escribi yo, lonquen una noche de esas bien bellas.

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Tramado